Los navegadores u ordenadores de abordo de los vehículos hacen la vida más fácil a los usuarios. Permiten calcular una ruta, realizar llamadas sin usar el teléfono móvil o sincronizar música. Se trata de una herramienta útil para evitar cualquier problema al volante y a la vez hacen más entretenido el viaje. Sin embargo, estos sistemas dependen cada vez más de la conectividad a través de cables o mediante redes Wi-Fi, 3G o Bluetooth, lo que significa que son un blanco fácil para los ‘hackers’. Si consiguen acceder a los navegadores instalados en los vehículos pueden robar el coche, seguir los movimientos del usuario o modificar los sistemas de seguridad. Así lo ha explicado un estudio realizado por la firma de seguridad McAfee recogido por el diario británico The Telegraph. Los investigadores ya han demostrado que es posible violar la seguridad de estos navegadores. El año pasado, un equipo de la Universidad de Washington probó el programa ‘CarShark’, un software que les permitió acceder al ‘Control Area Network’, un sistema estándar instalado en los nuevos vehículos que permite las comunicaciones. Los investigadores fueron capaces de desactivar los frenos en un vehículo en movimiento, cerrar las puertas y apagar el motor. Sin embargo, los desarrolladores de ‘CarShark’ aseguraron que sus ataques no eran fáciles de llevar a cabo. “Hay muchos ejemplos en la investigación basada en ataques que muestran las amenazas potenciales que exponen la seguridad del consumidor”, aseguró el miembro de McAfee, Stuart McClure. Para evitar esto es necesario que la industria del automóvil refuerce la seguridad de estos sistemas. “Una cosa es que accedan a tu e-mail o un ordenador pero que consigan ‘hackear’ un coche podría traducirse en graves riesgos para la seguridad personal”, asegura.
Fuente: Portaltic