La campaña “Mi Pril” realizada por la empresa alemana Henkel, tenía como objetivo invitar a sus seguidores a la participación para escoger el nuevo diseño del envase del detergente estrella. Pero esta campaña muestra el ejemplo de lo que no debe hacerse en las redes sociales: ignorar las preferencias de sus usuarios.
La elección “democrática” del nuevo diseño para el detergente Pril, pasó por alto la opción preferida por el público en las redes sociales. Los fanáticos de la marca Henkel comentaron de forma negativa sobre la página en Facebook del detergente Pril con posts como: “aburrido”, “horroroso” y “ridículo”, tras enterarse de que el jurado de la campaña seleccionó el diseño que contaba con menos votos de los concursantes.
Al parecer, las ideas del público no eran compatibles con el mensaje de la empresa. Es más, el diseño más votado por el público (10.000 Me gusta) era la imagen de una etiqueta que proponía que el detergente huele igual al: “pollo a la brasa”. La respuesta de la empresa fue que “se agradecen todas las propuestas con humor pero primero, éstas deberán ser aceptadas por el Pril-Team”. Así los participantes se dieron cuenta de que su opinión no pesaba tanto como la del pequeño jurado de Henkel. “Pril ha menospreciado la dinámica de las redes sociales” responde un usuario en Facebook a la publicación realizada por la empresa.
El desastre de esta campaña ha dejado una mala imagen para Henkel, quien inicialmente no pensó en escoger diseños que vayan acorde a su imagen tradicional. Según un portavoz de la empresa, el jurado consideró que las opciones ofrecidas no se trataban de opiniones de sus seguidores sino de la competencia y por temor a infiltraciones se eliminaron algunas posibilidades. Pero ninguna opinión emitida por Henkel ha calmado la opinión de los concursantes, quienes por ahora no tienen ningún interés en seguir participando en campañas relacionadas con la misma.